El viernes noche salimos con un plan improvisado con Pablo en el 121 y decidimos quedar con Cecilia y Nadia para ir al Wharehouse, discoteca muy pija al lado de mi casa; total que cuando nos pidieron 200 pesos por entrar al Pablo se le escapó un “but we are from the embassy”, rápidamente desenfundé mi carné de identidad filipino ese en el que pone “Chancellary of the Embassy of Sapin in Manila” y lo siguiente que pasó fue:
Que me pidieron que creara mi propia lista de invitados
Que y un segurata filipino nos llevó hasta una mesa en el reservado, luego cenamos y pedimos una botella de Tanduay (ron local) con el segurata allí, un pobre camarero tardó un rato en darme las vueltas de la cuenta y casi se lo comen vivo.
Por último que nos ofrecieron señoritas, a la cual dije que no porque evidentemente había quedado.
El resto de la noche pasó sin incidentes, quedamos con estas chavalas, un montón de australian@s y algunos filipinos hartos de pasta. Había una filipina, de cuyo nombre no puedo acordarme, muy mona que hablaba español, con la estuve allí de charlita (Para los malpensados os contaré que las filipinas de clase alta son como las españolas, hay que currar, si una mujer te besa de primeras y en lugar pública se la considera una puta, y de hecho si hace eso probablemente lo sea); en fin, me lo pasé bien, a ver si otro día continuo esta historia.
Sunday, October 19, 2008
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